
Por los flancos se comprueba que todo es como en la Hilux, pero sólo hasta donde terminan las puertas delanteras; luego de eso el panorama cambia radicalmente y es ahí donde se percibe el mayor trabajo por parte de diseñadores e ingenieros.
El Toyota Fortune

El tablero luce bastante hermoso gracias a su doble tonalidad. El volante dispone de un diámetro adecuado en relación al resto de los elementos, pero su empuñadura podría haber sido un poco más maciza y acolchada. También se destaca la pródiga presencia de portaobjetos, en todos sus tipos y tamaños.
Para comenzar, el motor genera una dosis más que aceptable de dinamismo, situación que nos permite desplazarnos a una velocidad por sobre los 170 km/h. Claro que por razones lógicas el trabajo de aceleración no es tan vivaz como quisiéramos, sobre todo en los instantes en que el turbo aún

La transmisión se complementa bien con la planta impulsora, no restándole empuje ni tampoco poder de aceleración. Buena nota para el convertidor de par y para el sistema electrónico ECT, que se convierten en importantes actores dentro de la eficiencia de la transmisión.
La suspensión, que sobre tierra, piedras y gravilla se siente muy confortable, ofrece la misma efectividad sobre el asfalto.
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