
Para comenzar hablemos del tren motriz. El Crossfire está equipado con un motor V6 de 3,2 litros, supercargado y construido a mano, que produce un par de 310 libras/pie (420 Nm), cuya potencia se maximiza entre las 3500 y 4800 revoluciones, aunque el 90 por ciento del torque máximo se dispone a partir de las 2300 revoluciones. Para acompañar esta potencia adicional, el motor está acoplado a una caja de cinco marchas automática con AutoStick, cuya inteligente relación de engranajes responde especialmente en la parte baja de la curva de par y contribuye a crear un agradable sonido muy particular al escape.
En cuanto al exterior salta a la vista que el objetivo fue combinar la sutileza y funcionalidad del Crossfire básico con detalles inspirados en coches de carrera, más apropiados para un auto con el emblema SRT. Destacan el alerón trasero fijo y el faldón delantero, que contribuyen a mejorar la aerodinámica de un conjunto ya de por sí eficiente. Las llantas livianas de 15 rayos, delanteras de 18 pulgadas y traseras de 19 son exclusivas del modelo SRT-6.
Aunque el

El Dodge Neon, la Dodge Ram y el Chrysler Crossfire son modelos muy capaces en sus respectivos segmentos, pero realmente se transforman en ejemplares extraordinarios cuando se les incorpora la "Street and Racing Technology", ¡una receta para el éxito!
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