miércoles, 4 de julio de 2007

Hummer H2 2003

Hummer H2 2003 - Este "super utilitario", que nació en las fuerzas armadas, domina a la perfección el manejo fuera de carretera, pero dentro del ejido urbano su utilidad resulta severamente limitada. Es demasiado ancho para la mayoría de las calles, y su interior, atravesado por lo que podríamos denominar el túnel de transmisión más grande del mundo es mucho menos civilizado de lo que cabe esperar de un vehículo de seis cifras, aunque sea un utilitario.

A primera vista puede apreciarse claramente su pertenencia a la familia: hombros anchos, alta cintura, techo chato y ángulos rectos en los laterales y parte posterior. Completan la imagen el parabrisas, angosto y totalmente vertical, y una grilla cromada. Luce como un Hummer, y bien podría ser llamado el hijo del H1, aunque la analogía pueda confundir un poco. Muchos hijos de padres corpulentos se desarrollan más grandes, y el Hummer H2 no es la excepción. Por empezar, es más largo que papá, con 189,8 pulgadas contra 184,5 del original; y más alto: 77,8 pulgadas contra 75 del Hummer H1. Pero el muchacho ha salido más liviano y angosto que su padre, con 6400 libras contra 6814 del original; y 81,2 pulgadas de ancho versus 86,5. Puede que cinco pulgadas menos de ancho no parezca mucho, pero incluyamos los espejos y demos vuelta por la ciudad un par de días; el H2 se siente como un vehículo grande, pero el original nos causaba la impresión de que golpeábamos en la cabeza y tumbábamos transeúntes que caminaban por la acera a medida que circulábamos.

¡Confort interior! Quién lo hubiese dicho, tratándose del Hummer, un vehículo de raíces militares que es capaz de circular por casi cualquier parte. Pero una cosa no quita la otra, y el H2 ha demostrado mantenerse fiel a su reputación de todo-terreno absoluto. El recorrido de la suspensión sigue siendo increíblemente largo y las proyecciones de la carrocería al frente y detrás son las mínimas. Los ángulos de aproximación, escape y breakover (medido desde la punta de la cuesta hacia las ruedas) son de 40,4º / 39,6º y 25,8º respectivamente, aunque en los modelos con suspensión neumática varían un poco. Es capaz de vadear a una profundidad de 20 pulgadas, trepar rocas de 16 pulgadas y escalar una pendiente de 60%.

El despeje al suelo es de 10 pulgadas, o 10,5 con la suspensión neumática, y para aquellos obstáculos que los formidables neumáticos no puedan atravesar trae placas protectoras para el tren motriz, depósito de combustible y demás mecanismos.

Como todo vehículo, el H2 no está exento de algunos problemas. Las personas de estatura baja necesitarán los estribos opcionales o bien tomar carrera para poder subir a su Hummer. Una tercera fila de un solo asiento incrementa la capacidad de cinco a seis plazas, pero hay que ser realmente flexible para introducirse allí, y además disminuye el espacio de carga, que de serie ya se encuentra bastante limitado por el inmenso neumático de auxilio. Finalmente, si bien la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés) aún no calificó al H2 en cuanto a consumo de combustible, tampoco se espera que las cifras sean de lo más agradable.

Podemos afirmar que ha salido airoso al desafío de mantener la tradición paterna de llevarse por delante todo tipo de terreno, pero mejorando los modales en la ciudad, un avance realmente importante para un Hummer; y todo ello por la mitad de lo que cuesta un H1.

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