domingo, 15 de julio de 2007

SEAT León

SEAT León - El León más económico lleva un motor de gasolina de 85 CV y cuesta 15.538 €. Entre otros modelos semejantes, es de los que tienen un precio mayor. A igualdad de equipamiento, un Citroën C4, un Opel Astra y un Fiat Bravo tienen una mejor relación entre precio y equipamiento (comparativa). El León es preferible por sus cualidades dinámicas.

La nueva versión TSI de 160 CV cuesta 22.295 € y está muy equipada. Respecto a otros turismos de características similares, sigue siendo uno de los más costosos y mejor equipados (comparativa). Además, es uno de los que tienen mejores prestaciones y consumo (comparativa).

El SEAT León es un turismo de cinco puertas que mide 4,32 m de longitud. Por tanto, tiene un tamaño intermedio entre Honda Civic y un Fiat Bravo. El maletero mide 341 l, un volumen normal.

Los Diesel son el 1,9 l TDI en versión de 90 y 105 CV, y el 2,0 l TDI en variante de 140 CV y de 170 CV (para el FR). Todos ellos cumplen la normativa de emisiones Euro 4.

Todos los motores van unidos a un cambio manual de cinco o seis velocidades, salvo el FSI de 150 CV que está asociado a un cambio automático «Tiptronic» (con convertidor hidráulico de par y engranajes planetarios) de seis velocidades. Las versiones Diesel de 105 y 140 CV y el gasolina de 200 CV pueden tener un cambio automático de doble embrague «DSG» (con dos embragues multidisco).

Comparado con coches de sus características, lo peor del León es la anchura en las plazas traseras, y lo mejor el espacio en sentido longitudinal y la altura libre al techo (aunque tampoco es excepcional en este sentido). Por su distribución de espacio, es una buena opción para transportar a cuatro ocupantes, pero menos aconsejable que la media para cinco.

Además, todos tienen aire acondicionado, retrovisores exteriores eléctricos y con desempañamiento, asiento posterior partido en dos porciones, radio con lector de CD (compatible con discos MP3), conexión auxiliar para fuentes de sonido externas y rueda de repuesto de emergencia.

Opcionalmente, el León puede tener conexión Bluetooth para teléfono, conexión automática de luces, limpiaparabrisas automático, faros de doble xenón con iluminación en curva, climatizador de doble zona, techo solar eléctrico, conexión USB, conexión para iPod y navegador con pantalla en color, entre otros elementos.

El diseño de la carrocería lo ha dirigido Walter de’Silva, que ya empleó una solución semejante en el Alfa Romeo 156. Un rasgo de estilo común con el Altea son los limpiaparabrisas en posición vertical, aunque no completamente escondidos dentro de los montantes. Por lo que ha dicho SEAT hoy, este León no tendrá carrocería de tres puertas.

Hemos conducido varias versiones del SEAT León: los Diesel de 105 y de 140 CV. También hemos probado los FR (más información) y el Cupra (más información).

El Diesel de 140 CV tiene la capacidad de aceleración que cabe esperar de un turbodiésel de su potencia y tamaño. Es claramente mejor de lo habitual en las mediciones de recuperación desde marchas largas (más información).

Encontramos ventajas e inconvenientes a unos desarrollos de este tipo. Por una parte, con una sexta de 48,7 km/h la reserva de aceleración en la marcha más larga es muy buena. Tanto, que el León recupera velocidad mejor que otros competidores.

El consumo sí puede salir desfavorecido en determinadas circunstancias; por ejemplo a velocidades altas sostenidas durante mucho tiempo. Obtuvimos un consumo de 7,3 l cada 100 km/h por autovía y carretera de doble sentido haciendo una media real de 130 km/h.

Desde el punto de vista dinámico es un coche muy interesante, sobre todo por estabilidad. Es seguro como otros muchos coches modernos (si tiene instalada la opción de control de estabilidad), pero lo que le distingue de la mayoría son sus reacciones: es indicado para aquellos conductores que aprecien un buen tacto de conducción y unas reacciones que se pueden calificar, hasta cierto punto, de deportivas.

El Altea no se descoloca cuando hay fuertes cambios de apoyo (en curvas enlazadas o en bruscos cambios de carril), como le puede ocurrir a otros monovolúmenes, y el León tampoco lo hace. Las ruedas con las que hemos probado los dos Altea Diesel son las mismas que tenía el León, unas Michelin Energy de medidas 205/55 16.

Entra muy bien en las curvas más lentas cuando los apoyos son muy forzados. Es de esos coches donde hay una relación directa entre las acciones del conductor y las reacciones del coche. Por su forma de moverse recuerda en cierto modo al Ford Focus.

Tiene el punto de dureza justo para que la carrocería no tenga movimientos amplios de balanceo o cabeceo (como por ejemplo ocurre en un Fiat Bravo o en un Renault Mégane).

El control de estabilidad tiene una función que consiste en variar la asistencia de la dirección para indicar al conductor en qué sentido debe girar (más información); esta función nos ha resultado imperceptible.

En todo caso, el par que hace el volante cuando esta función entra en funcionamiento solo sirve para indicar al conductor hacia dónde debe girar, pero no ese suficiente para efectuar un giro por sí mismo. Para que el sistema llegara a «hacer contravolante» por sí sólo, el conductor tendría que soltar el volante.

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