sábado, 14 de julio de 2007

BMW Serie 6

BMW Serie 6 - En el exterior, cambian los paragolpes, la parrilla, los faros y pilotos y la tapa del maletero (que ahora lleva la tercera luz de freno). Además, hay llantas de aleación con nuevos diseños.

Aunque tiene cuatro plazas, la utilidad práctica de las plazas traseras está limitada porque falta altura y espacio para las piernas. Por lo demás, es un coche muy funcional: maniobra muy bien, tiene un buen maletero, no hay grandes carencias en el equipamiento de serie y el opcional tiene elementos interesantes.

Hay tres versiones del nuevo Serie 6: dos de gasolina (630i y 650i, con cambio manual o automático de seis marchas) y una Diesel (635d, sólo con cambio automático). Además hay una variante deportiva, el M6.

El 630i lleva un motor de gasolina de seis cilindros en línea, con 3,0 l de cilindrada y admisión y distribución variables. Es una variante del anterior motor, pero ahora tiene inyección directa con inyectores piezoeléctricos (son capaces de dar hasta 200 inyecciones por segundo). Alcanza una potencia máxima de 272 CV (14 CV más).

El motor de la versión 650i no cambia: es un V8 con 4,8 l de cilindrada, inyección indirecta y distribución variable «Valvetronic». Tiene una potencia máxima de 367 CV. Ahora, esta versión tiene un consumo y unas prestaciones ligeramente mejores (comparativa).

El nuevo 635d Coupé tiene una velocidad máxima limitada a 250 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 s y tiene un consumo medio sobresaliente: tan sólo 6,9 l cada 100 km.

El Cabrio tiene unas prestaciones y un consumo ligeramente peores, fundamentalmente porque pesa 210 kg más que el Coupé. Esta diferencia de peso se debe principalmente a los refuerzos del bastidor que necesita el descapotable, a la capota (y sus dispositivos de accionamiento) y a los sistemas de seguridad en caso de vuelco. Además, el nuevo Serie 6 tiene algunas soluciones técnicas para reducir el consumo y las emisiones de CO2 (más información).

Como ayudas al conductor integradas en el control de estabilidad tiene antibloqueo de frenos, control de frenado en curvas, control de tracción (que interviene en los frenos y en el motor si hay riesgo de deslizamiento excesivo en tracción) y control de retención (que acelera el motor si la retención puede provocar excesivo deslizamiento).

Opcionalmente está disponible un techo de cristal panorámico y el sistema de información «Head-Up Display», que proyecta en el parabrisas algunas informaciones del sistema de navegación, del ordenador de viaje, del control de crucero y del velocímetro.

En una carretera rápida, el BMW Serie 6 hace bien lo que tiene que hacer un coche: responder al volante con rapidez y precisión, y pasar sobre irregularidades del suelo sin perder la trayectoria ni moverse mucho.

Aunque estable, no llega al nivel del anterior Mercedes-Benz CL en ese tipo de carreteras; el CL es menos sensible a perturbaciones como un suelo irregular cuando está fuertemente apoyado. En este tipo de carreteras tampoco nos parece claramente mejor que un Serie 5, a igualdad de equipamiento de seguridad.

Tiene lo que BMW denomina «control dinámico de la conducción». Este sistema se acciona mediante una tecla (con el distintivo «Sport») en la consola central, y cambia el tacto de la dirección y del pedal del acelerador. En las versiones con cambio automático, también hace más rápida la transición entre marchas y cambia a un régimen más alto del normal.

Tiene una dirección asistida de desmultiplicación variable («Servotronic»), que no creemos que tenga un gran efecto en la seguridad activa. Si el funcionamiento en el Serie 6 es igual que en el Serie 5, la dirección es completamente normal (desmultiplicación fija) por encima de 90 km/h. A partir de esa velocidad (o la que tenga el Serie 6, si es distinta de la del Serie 5), la dirección es poco directa, pero tiene muy buen tacto. El Serie 6 no es de esos coches en los que hay que apuntar cuidadosamente y con mucha anticipación para que haga la trayectoria elegida.

Según BMW: «la ganancia puntual del poder de tracción acarrea un reducción de la calidad de marcha. Con el «DTC» activado, el control de estabilidad («DSC») sólo está disponible con restricciones y, hasta aproximadamente 70 km/h, se reducen las intervenciones de estabilización».

Los frenos aguantan más de lo normal en coches con este peso y estas prestaciones. No son los frenos de un Porsche, pero dejan conducir normalmente rápido por carreteras donde hay muchas frenadas sin tener que prestar un cuidado especial a su resistencia.

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