
Para quien aprecie que las reacciones sean más bien rápidas, puede ser un coche satisfactorio en carreteras lentas o rápidas. Responde bien a las indicaciones del volante, el balanceo de carrocería es pequeño, el cambio de marchas tiene un tacto acertado y los asientos sujetan bien el cuerpo.
El puesto de conducción es muy indicado para quien prefiera ir cerca de la carretera y con las piernas relativamente estiradas. Un puesto de conducción así no se encuentra normalmente en coches de tres puertas derivados de uno de cinco, como el Astra GTC o el Citroën C4.
He tenido la oportunidad de conducir la versión con motor 2,0 l de 143 CV. Me ha parecido que su rapidez de reacciones lo puede hacer difícil de conducir en ciertas circunstancias. El sobreviraje

El motor 2,0 l de 143 CV da un resultado normal desde el punto de vista de la aceleración. Puede mover al Coupe con agilidad, aunque para que sea así hay que utilizar con frecuencia el cambio de marchas.
Hay una diferencia grande entre cómo funciona el motor hasta 4.000 rpm y a partir de ese régimen. Es difícil que un motor de gasolina atmosférico (como el que tiene el Hyundai Coupe) sorprenda por su fuerza y respuesta al acelerador teniendo en cuenta el funcionamiento de los nuevos motores de gasolina sobrealimentados de baja cilindrada.
El Hyundai Coupe con el motor 2,0 l no es un coche silencioso. D

Tiene el inconveniente de que necesita mucho espacio para girar; hay que hacer al menos una maniobra más para aparcar en lugares complicados que con la mayor parte de los coches de una longitud similar. No obstante para ser una carrocería cupé, la visibilidad en suficientemente buena en casi todas direcciones.
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