sábado, 11 de agosto de 2007

Peugeot 207 RC 2007

Peugeot 207 RC 2007 - Como deportivo, su estabilidad es alta, su tacto facilita la conducción y sus prestaciones están a la altura de su potencia. Se balancea poco, entra muy bien en las curvas y difícilmente tiene reacciones que pongan en apuros al conductor. Como coche de uso diario o para viajes, el principal inconveniente es el ruido; no es más incómodo de suspensión que otros modelos de este tipo, auqnue sí lo es en términos absolutos.

Una alternativa menos potente al 207 RC es el 207 1,6 THP 150 CV, que cuesta 2.910 € menos. Relación de modelos entre 3,6 y 4,2 m, con motor de gasolina de 150 a 200 CV, ordenada por precio.

Habrá quien no tenga como objetivo tardar lo menos posible en un tramo de montaña, sino disfrutar de una relación más directa entre las acciones del conductor y las reacciones del coche. Para esas personas, el resultado que daba el 206 RC (y, anteriormente, el 205 GTI) era más apropiado.

Las prestaciones del 207 RC son las que cabe esperar de su peso y potencia. Como se puede ver en la tabla de mediciones, en la aceleración de 80 a 120 km/h no hay una diferencia grande entre el 207 RC y modelos como el Corsa OPC, el Ibiza Cupra o el Clio Sport. Salvo para quien valore extraordinariamente la aceleración en recta o la velocidad máxima, las prestaciones no son una variable que pueda ayudar a elegir entre cualquiera de estos modelos.

Una desventaja del 207 RC con relación al MINI y otros modelos de este tipo es que sólo tiene cinco marchas. Además, los desarrollos de transmisión son muy inadecuados para este tipo de coche: resultan largos en carreteras lentas y cortos en carreteras rápidas.

Incluso con esos desarrollos, una de las facetas positivas del 207 RC como coche de uso frecuente es que consume poco, prácticamente cualquier modelo que pueda igualarlo en aceleración consume más. Según datos homologados, gasta menos que cualquier coche de este tipo salvo el MINI Cooper S (tabla comparativa).

Con relación a un 207 GT (imágenes de esa versión), el RC tiene elementos exclusivos de equipamiento: un alerón colocado en el vértice entre la luneta y el techo (que da un apoyo de 25 kg a 200 km/h), un escape de doble salida, el fondo de los faros va oscurecido y los retrovisores van en una carcasa gris claro.

La carrocería tiene la misma longitud que otras versiones de la gama (4.037 mm). Otras medidas, como la altura o las vías, sí cambian (ficha comparativa). Las ruedas que lleva de serie son de medida 205/45 R17 W, con neumáticos Bridgestone Potenza RE 050A y llantas de aleación de nueve radios (llamadas «Pitlane»).

El 207 RC tiene de serie control de estabilidad, regulador y limitador de velocidad, alumbrado lateral (mediante las luces antiniebla), climatizador de doble zona y automatismos para el limpiaparabrisas y el encendido de los faros. El techo solar panorámico, que es de serie en las versiones GT, es una opción en el RC. También son opcionales el cargador de discos, el navegador y el sistema de sonido JBL (equipamiento de serie y opciones).

Ahora bien, aunque menos sensible a la deceleración en curva, un 207 RC tiene una respuesta al volante más rápida y precisa que un Corsa OPC, por ejemplo. En el Corsa, entre el giro del volante y el cambio de trayectoria hay un movimiento de carrocería que en el 207 RC es mucho menor. Sea por la suspensión, por las ruedas o por una combinación de ambas cosas, el cabeceo, el balanceo y la deriva que se sienten al girar son menores en el 207 RC que en otros modelos de este tipo.

Con un 205 GTI, al frenar fuerte por una carretera bacheada, algunas veces daba la impresión de que era posible abandonar la línea recta antes de empezar a girar el volante, sólo con pensarlo.

Con un 206 RC pasaba algo parecido, aunque la diferencia de seguridad activa con relación al 205 GTI era formidable. Un 207 RC es un coche distinto, que se disfruta más cuando la trazada es previsible y hace menos falta improvisar.

Con respecto a cualquier otro 207, el control de estabilidad del 207 RC (Teves Mk60) tiene dos diferencias. Se puede desconectar a cualquier velocidad (cuando se hace, se pierden también las funciones del control de tracción y del servofreno de emergencia). Además, tiene una función que hace cierta fuerza en la dirección, para ayudar al conductor a girar en el sentido adecuado en caso de que —por ejemplo— las ruedas de un lado frenen sobre una superficie adherente y las del otro lado sobre una resbaladiza. Peugeot denomina este sistema «SSP» (Steering Stability Program).

Unos frenos realmente buenos pueden ser más decisivos que un motor muy potente si se trata de ir rápido por una carretera de montaña. De hecho, si tomamos los deportivos de este tamaño con más de 160 CV, no hay una diferencia en aceleración que resulte determinante en una carretera de montaña.

La única excepción es el MINI Cooper S, que acelera claramente más que otros deportivos de este tipo y, además, tienen una respuesta del motor mucho más enérgica a cualquier régimen. En otros modelos, incluido el 207 RC, puede dar la impresión de que no existe la marcha adecuada (al salir de algunas curva, por ejemplo, la segunda es corta y la tercera larga). En el MINI Cooper, que tiene prácticamente los mismos desarrollos de transmisión que el 207 RC, no da esa impresión.

En un margen de velocidad suficientemente grande para ser representativo (por ejemplo, de 80 a 120 km/h), una diferencia normal en los desarrollos no afecta a la aceleración. Es decir, el 207 RC no sería más rápido con unos desarrollos más cortos en las tres primeras marchas. La ventaja de unos desarrollos más cortos en este caso es que el coche sería más fácil de conducir por una carretera donde las curvas se deben tomar entre 40 y 80 km/h.

Los efectos de una relación final corta no son excesivamente negativos en este caso. Por un lado, el ruido del motor es menos perceptible que el de rodadura y el aerodinámico; el 207 RC es un coche incómodo en viajes por el ruido, pero no por el ruido del motor. Por otro lado, el consumo a velocidad constante es bajo; más lo sería con un desarrollo más largo, pero no es un inconveniente porque gasta poco.

El consumo máximo que hemos medido (donde el objetivo tampoco era gastar lo más posible), ha sido 19,2 l/100 km; hicimos el recorrido junto con un Corsa OPC que, en las mismas condiciones, gastó más de 22 l/100 km. El ordenador del 207 RC tiene un error por defecto, al consumo que indica hay hay que sumar entre un cuatro y un cinco por ciento.

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