domingo, 5 de agosto de 2007

Ford C-Max 2007

Ford C-Max 2007 - El C-Max destaca principalmente por sus cualidades dinámicas. Entre los monovolúmenes de su tamaño, es de los mejores en confort y lo es en estabilidad siempre y cuando lleve el dispositivo de control de la estabilidad (ESP), que es opcional en todas las versiones. Sin control de estabilidad es menos seguro que los que sí lo llevan de serie; nos parece un elemento muy recomendable.

Esta versión tiene el inconveniente de que sólo está disponible con equipamiento «Titanium» que, además de ser el más costoso, tiene cosas que nos parecen prescindibles, como llantas de 17".

Para quien busque un monovolumen confortable y agradable de conducir en carretera y ciudad, la mejor alternativa al C-Max es un Citroën C4 Picasso. No es tan rápido ni tan ágil como el C-Max, pero sí más cómodo desde todo punto de vista (suspensión, ruido, amplitud y equipamiento).

En caso de retrasar las plazas traseras y eliminar la central, el maletero queda reducido pero sigue siendo aprovechable (imagen). Si se usan los tres asientos traseros y, por tanto, están en una posición adelantada, no hay mucho espacio para las piernas. No destaca ni por anchura ni por altura en las plazas traseras, comparado con otros monovolúmenes de su tamaño.

En la gama C-Max hay cuatro versiones: «Business», «Trend», «Ghia» y «Titanium». Muchas de las opciones están en paquetes cerrados; por ejemplo, en las versiones Ghia y Titanium, para comprar el control de estabilidad hay que llevarse también los faros adaptativos (las dos cosas juntan no cuestan mucho: 675 €). En las versiones en las que están disponibles, el cargador de CD y el navegador son una opción conjunta que cuesta 2.390 €.

También hay algunos elementos de equipamiento nuevos, como un techo panorámico de cristal que ocupa casi toda la parte superior del coche; es de cristal oscurecido y lleva unas cortinas. Como el Focus, el C-Max puede llevar ahora faros halógenos con alumbrado en curva. En cambio, ya no puede tener, ni opcionalmente, freno de estacionamiento eléctrico (un elemento muy útil).

Del C-Max hay una versión (denominada Flexifuel) que puede funcionar con E85 (un carburante que contiene un 85 por cineto de etanol y un 15 por cineto de gasolina), con gasolina o con cualquier mezcla de ambos. Esta versión lleva un motor de 1,8 l de 125 CV. De momento, en España no hay estaciones de servicio que dispensen carburante E85 a usuarios particulares.

Esta tendencia a sobrevirar es menor en el C-Max, quizá porque Ford ha aumentado la vía trasera 5 mm. Ahora, un Altea XL es algo más nervioso que un C-Max. No obstante, el control de estabilidad nos parece imprescindible para que el C-Max tenga el nivel de seguridad activa adecuado.

Con el motor de 2,0 l y 136 CV, el C-Max es muy rápido. Sus prestaciones son semejantes a las de turismos de su potencia. Aunque el motor llega con fuerza a 4.500 rpm, si se duda en qué marcha se debe empezar un adelantamiento, normalmente es mejor elegir la más larga.

Este acortamiento en los desarrollos hará que se encuentren más a gusto con el coche quienes aprecien una buena reserva de aceleración en marchas largas, cosa que no tenía el Focus C-Max. Quienes lo que prefieren es el régimen más bajo posible cuando circulan a velocidad constante por autopista, en cambio, estarían más contentos con el anterior modelo.

El consumo no ha variado mucho con el cambio de los desarrollos. En carreteras de sentido único a una media legal en España, está en torno a 8,0 l/100 km. El consumo máximo que he medido, rápido por carretera lenta, ha sido 12,0 l/100 km, muy semejante al que obtuve con el Focus C-Max.

Dado que el tacto del coche es bueno en general, siempre lo llevaba en la posición de más asistencia, incluso en recorridos por carreteras con muchas curvas donde se necesita más la sensibilidad del volante. Si se conduce rápidamente pero dentro de los límites de adherencia, esta dirección con el ajuste más suave no es un inconveniente.

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