martes, 27 de noviembre de 2007

Citroën C-Crosser

Citroën C-Crosser - Es una opción interesante si se necesita un vehículo amplio, mayor altura respecto al suelo que en un turismo (no mucho más) y tracción total. En función de la utilización que se le vaya a dar hay algunos vehículos que, sin tener carrocería de todo terreno, son una posible alternativa al C-Crosser como el SEAT Altea Freetrack 2.0 TDI 170 CV (derivado de un monovolumen) o el Skoda Scout (derivado de un turismo familiar), ambos con tracción total y una altura al suelo algo mayor de lo normal.

El C-Crosser tiene una buena respuesta en carretera. Junto al BMW X3 o el Volkswagen Tiguan, es uno de los mejores en este aspecto. También resulta muy agradable de conducir porque tiene una suspensión confortable y un motor con una buena respuesta.

Por ahora, está disponible con un único motor turbodiésel de 156 CV y dos niveles de equipamiento llamados VTR y Exclusive, que cuestan 34.500 y 38.400 € respectivamente (gama C-Crosser). A igualdad de equipamiento cuesta lo mismo que el Peugeot 4007 equivalente y más que el Mitsubishi Outlander (fichas de equipamiento y precio).

El C-Crosser sólo puede comprarse con siete asientos dispuestos en una configuración 2-3-2. Dado el poco espacio que restan los de la tercera fila cuando no se usan, que tenga los siete no es un inconveniente importante para quien no los vaya a usar, pero nos parece preferible que el comprador pueda decidir si los quiere.

De entre los todo terreno ligeros que tienen siete plazas y un tamaño parecido, el Chevrolet Captiva es el más barato y el Hyundai Santa Fe cuesta casi lo mismo que el Citroën (ficha comparativa).

Es un coche amplio si se van a usar sólo cinco plazas. Se puede usar las siete si las dos de la tercera fila las ocupan niños o adultos no muy altos en trayectos cortos. El volumen que tiene el maletero con la configuración de cinco plazas es 510 l (según norma VDA); es un valor bueno comparado con el de otros modelos semejantes.

El C-Crosser Exclusive se distingue porque además tiene faros de xenón, unas llantas de mayor tamaño (18" en vez de 16"), tapicería de cuero, cargador de discos, sensores traseros de aparcamiento, ventanillas traseras cromadas y algunos detalles cromados (en el marco de las ventanillas y en las puertas) .

Hay elementos de equipamiento nuevos para Citroën, como un sistema de navegación con un disco duro de 30 GB que está disponible como opción para las dos versiones. Este disco se puede usar también para guardar música en formatos WMA y MP3.

El C-Crosser está disponible con un motor Diesel HDI de 2,2 l, el mismo que lleva el Peugeot 4007. Es una variante del motor de 170 CV que llevan el Peugeot 407 y el Citroën C5. Su funcionamiento es muy satisfactorio. En el C-Crosser y en el 4007, este motor da 156 CV de potencia máxima (información técnica del motor), algo menos de lo que da en el Land Rover Freelander 2 (160 CV), modelo que también lleva una variante de este motor. Desde septiembre de 2007, también lo tiene el Mitsubishi Outlander.

El sistema de tracción que permite elegir entre tres modos de funcionamiento mediante un mando giratorio: tracción delantera, tracción total y «Lock». No tiene reductora, ni una suspensión pensada para superar zonas complicadas fuera del asfalto. Tampoco tiene ningún tipo de ayuda para controlar la velocidad en un descenso ni facilitar el arranque en rampa.

La suspensión es independiente en las cuatro ruedas, con columnas McPherson en el eje delantero y, en el trasero, un paralelogramo deformable con un elemento longitudinal. A diferencia de otros modelos de Citroën, el C-Crosser no puede tener una suspensión neumática.

En 2008, su primer año completo de comercialización, Citroën espera vender 2.000 unidades del C-Crosser en España; son las mismas unidades que Peugeot espera vender del 4007.

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