
Una parte relativamente importante de estas diferencias entre una versión y otra se debe a que el «S» tiene de serie la suspensión adaptativa «PASM»; en el otro modelo es opcional. Si se añade este elemento en la versión 911 Carrera 4, se reducen las diferencias de estabilidad entre ambos modelos. De hecho, es una de las opciones más interesantes, porque permite tener una amortiguación blanda cuando es posible (relativamente cómoda) y muy dura cuando es necesario. Si se

Sus cualidades dinámicas no se deben al sistema de tracción total del Carrera 4, al menos en condiciones normales de adherencia. Este elemento se nota poco en estas versiones del 911 por dos razones: primera, el sistema tracción total que utiliza Porsche, por su construcción, transmite poca fuerza a las ruedas delanteras (más información). Segundo, incluso en las versiones 911 de tracción trasera, la motricidad ya es extraordinaria y normalmente no hace falta más. El sobrecoste que supone la tracción total son 6.742 €, que se pueden emplear mejor (salvo que se vaya a utilizar por carreteras deslizantes) en otros elementos de equipamiento .

Aunque el 911 Carrera 4S es un deportivo relativamente ligero, no llega a ser tan veloz en aceleración que coches más potentes y pesados, como un BMW M3 o un Audi R8 (ambos de 420 CV).
Carece de algunos elementos que deberían ser equipo de serie en un coche de este precio. También permanecen algunos inconvenientes del anterior 911 (código 996), principalmente la elevada sonoridad interior (aunque menor que la de un Cayman) o las peculiares reacciones, a las que hay que adaptarse.
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